Realmente es una pena que en México no se conozca el verdadero periodismo y que su práctica no esté considerada como profesión, que exista solo gracias al chayote y que en él reine la corrupción que lleva a personas como Alfredo Narváez Ochoa a considerarse periodistas solo para enriquecerse de manera ilícita. En México no se pueden mencionar a mas de tres periodistas honestos