Un “franelero”
(lavacoches) o un chofer de autobús urbano con solo estudios de primaria gana
cuatro veces más que un periodista con título universitario. Al corrupto monero
del diario Pulso, con solo estudios de secundaria, solo le pagan unos 70 pesos
por cartón, pero ha sido “aviador” en CEEPAC y ahora director de un centro
cultural ganando 32 mil pesos al mes, más sus clásicos chantajes, fraudes y
extorsiones.