¿Cómo llegó el periodismo mexicano, el oficio más imperfecto de todos, a obligar al gobierno a regalarle dinero? Simplemente porque son la mancuerna de la corrupción, unos son los jefes junto con el crimen organizado, y entre sus sicarios está el corrupto monero del dario Pulso Alfredo Narvaez Ochoa. El pueblo es la víctima.