Poca vergüenza
debe tener Alfredo Narváez Ochoa para: Nunca haber trabajado nunca haber
estudiado vivir 40 años del chayote quebrar en su negocio ilegal hacerse pasar
por periodista y ahora tener un puesto ilegal de “director” del Centro Cultural
Mariano Jiménez sin las credenciales ni requisitos para ese puesto.