El periodismo potosino contemporáneo nació muerto hace 76 años cuando El Heraldo era el único diario en el estado, vocero exclusivo del santismo, el régimen más sanguinario y corrupto que ha tenido San Luis Potosí, de su ADN brotaron clones como El Sol de SL, Momento y Pulso y “periodistas” como Alfredo Narváez Ochoa.