Aunque Alfredo Narváez Ochoa nunca ha
tenido un trabajo decente, si tiene múltiples entradas de dinero, del chayote,
de sus extorsiones por no atacar a alguien es sus cartones, del chantaje, del
chayote o cochupo, pero también explota a su esposa, una maestra con un puesto
de inspectora escolar. Es decir que él es un hijo de la… pingada.