Tan fácil como esto, desde 1988 Alfredo Narváez
Ochoa ha sido caricaturista, nunca le han pagado más de 65 pesos por cartón, solo
pinta monos seis días a la semana y nunca ha tenido un empleo fijo devengando
un sueldo. Su negocio de venta de antenas hechizas baratas nunca fue NEGOCIO, y
se desplomó tras la llegada de cable e internet, por lo que se fue a la
quiebra. ES DECIR que vive exclusivamente del soborno, el chayote y el
chantaje.