Tomando en consideración que los
cartones de Alfredo Narváez Ochoa son repetitivos, idiotas y carentes de
interés, aparte de que los hace bajo pedido para atacar a determinadas
personas. Y todavía se cree periodista.
Mientras los propietarios de medios de
San Luis Potosí se reparten cien millones de pesos que reciben anualmente del
gobierno en chayote, a los reporteros y fotógrafos les pagan una miseria, empleadillos
como Alfredo Narváez Ochoa que solo dibuja monos recibe aun mucho menos. ¿Por
qué se creen tanto?
No ha de haber nada más frustrante para
alguien como Alfredo Narváez Ochoa, que el no poder demostrar abiertamente lo
que se sabe secretamente entre amigos, familiares y conocidos. Para su desgracia,
no muy pronto habrá uniones civiles legales entre homosexuales en San Luis Potosí.